jueves, 25 de julio de 2013

Capitulo 30: ¿Por qué?

Hola tributillos!!!!! ya les trajé el capítulo pero antes de que puedan leer haganme una promesa ¡Por favor! prometanme por Primrose Everdeen, Mags, Madge, Finnick Odair y todas las personas que amamos y que murieron en los libros que no me van a matar después de leer el capítulo
y como siempre Comenten por favor
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Así eran los mutos

Narra Seth
Rue sigue dormida sin preocuparse de lo que sucede a su alrededor, vuelvo a acariciarle el pelo para asegurarme de que sigue aquí, si la pierdo... No sé que pasaría, la necesito, la observo con más atención que nunca, su pálida y delicada piel tiene unas cuantas heridas superficiales, sus cabellos ocultan parte de su rostro, en el que se puede observar una expresión dulce y calmada, parece tan indefensa, tan inocente... escucho Unos ruidos me traen de vueta a la realidad, otra vez en el mundo Rue, una especie de siseo, trato de encontrar el lugar de donde provienen, el lago, de allí surgen unas serpientes gigantes, ojos completamente en blanco, escamas negras mezcladas con unos tonos de marrón, son por lo menos una docena de estos mutos, no oueden ser otra cosa, aunque nunca los he visto, una de ellas se acerca peligrosamente a los pequeños, le arrojo una de las lanzas que hice hace poco pero con un rápido moviemiento la esquiva, aunque despierte a Rue y los pequeños no podríamos luchar contra ellas, solo tenemos un cuchillo, un arco, un tridente y la lanza que me queda, la otra no la veo por ningun lugar, además son muy rápidas, si tan solo pudiera encontrar su punto débil, pero no hay tiempo, solo podemos huir, noto que los pequeños se han despertado.
- Boggs, Pervinca, vayánse de aquí.
- Pero...-empieza la niña.
- Pero nada, rue irá con ustedes.
Sacudo con toda la delicadeza que puedo a Rue, si tomamos en cuenta que estamos a punto de morir no es mucha, ella se despereza y se sienta, ahoga un grito al ver la situación en que estamos.
- Rue llevate a Boggs y a Vi a un lugar seguro ¿vale? yo me quedo aquí.
- No, no me voy sin ti.
- Escucha, los tributos son ustedes, piensa en Boggs y Pervinca, si nos quedamos todos vamos a morir, lo mismo pasará si me voy con ustedes, nos alcanzarían, son muy rápidas.
- Seth, yo vine para morir y eso voy a hacer ahora.
- Rue no lo hagas, te juro que voy a estar bien, recuerda que yo no soy el tributo, solo llevatelos, cuando los vigilantes se aburran y se lleven las serpientes iré por ustedes, lo juro.
- Ya lo dije, no voy a dejarte aquí.
- Te lo suplico, vete, por favor.
- Rue, vamonos - le dice Boggs, ella está a punto de irse al ver a su amigo, pero se reusa a dejarme aquí, él se acerca y le pide a Rue que se agache para decirle algo al oido, por muy maduro que sea tiene diez años, observo las serpientes acercarse poco a poco, disfrutando del espectáculo, tan sádicas como toda mi familia.
- Está bien, me los llevo pero solo si me prometes que vas a buscarnos en cuanto se vayan las serpientes.
- Lo prometo- Le susurro y ella me da un abrazo antes de tomar a Pervinca en sus brazos mientras con una mano sujeta el tridente y salir corriendo con Boggs al lado, quien lleva el arco y el carcaj.
Como pensaba las serpientes intentan perseguirlos pero intento impedirles el avance con la lanza que me queda, se concentran en mi por unos segundos sin moverse, aprovecho para enterrarle la lanza a una en el ojo, otra decide atacarme y caigo al piso, una tercera empieza a envolverme con su cuerpo, ya sé lo que va a pasar y voy aceptando mi muerte, doy una última mirada al lugar por donde se fue Rue y ya no hay rastro de nadie, eso me alivia, ya puedo morir en paz, observo a la serpiente, imaginándome que es mi difunto abuelo, la sola imagen me enfurece y le entierro el cuchillo en la cabeza, la sangre empieza a salir y pronto se convierte en un peso muerto, salgo a duras penas y observo a la serpiente que le di en el ojo a punto de morir, quedan diez y ya no tengo arma, dos serpiente más se me lanzan encima y ahora si que no salgo de esta, recuerdo a Rue para tener una imagen agradable con la que morir cuando dejo de sentir presión a mi alrededor, de nuevo un peso muerto, solo que ahora es el doble ¿Qué diablos sucede? Levanto la vista hacia las serpientes que antes me sujetaban, una estaba a punto de tragarme de un bocado pero ahora yace muerta con una flecha en la garganta, la otra tiene un tridente atravezandole el cuello, ocho serpientes... a través de las ramas colgantes del gran sauce observo a Rue con el arco cargado apuntando a otra serpiente, suelta la flecha y le da en un ojo, consigo salir de entre los dos mutos que me aplastaban, de verdad pesan bastante, y recupero una lanza y mi cuchillo, corto un par de cabezas, atraviezo el cuello de una con la lanza, Rue presiona un boton en su pulsera y el tridente vuelve a su mano, no tarda en atravezar a otra serpiente, Entierro el cuchillo la cabeza de otra y por último Boggs lanza dos flechas que le dan a las dos serpientes restantes, a una en el ojo y a la otra en la garganta, Rue baja de entre las ramas seguida de Boggs y Vi y se me acerca con lágrimas en los ojos, la abrazo con fuerza mientras ella comienza a sollozar.
- Dijiste que ibas a estar bien.
- Supongo que me equivoqué...
- ¿Cómo no me lo esperaba? Con el tonto que tengo de mejor amigo.
- Yo diría que más bien soy un imbécil, sin cerebro, inútil.
- No es para tanto.
- Vale, una pregunta ¿Haz probado la carne de serpiente?
- ¿Esas cosas se pueden comer?
- Sí, en serpientes normales se debe cortar una pulgada desde la cabeza, donde está el veneno, y el resto se puede comer, aunque con lo grandes que son estas vamos a tener que cortar medio metro... aún así tendremos comida por un tiempo.
- ¿Y tú haz probado su carne?
- Si, te va a encantar.
- ¿Seguro?
- Seguro, pero ahora a dormir, comeremos serpientes para el desayuno, yo las preparo.
- Pensé que no sabias cocinar.
- Solo se cocinar serpiente.
- Vale, pero ahora es mi turno de hacer guardia.
- Eso no, tú vuelves a dormir.
Suelta un bufido pero se recuesta junto al lago y se duerme enseguida.
Narra Rue
Abro los ojos poco a poco y  puedo observar a mi mentor apoyado en el árbol junto a mí, le dedico una sonrisa y me levanto para lanzarme al agua, no hay nada mejor que nadar en la mañana, aunque estemos en los juegos del hambre uno tiene que aprovechar cada minuto ¿No? Después de nadar un buen tiempo debajo del agua noto a alguien llevarme hasta la superficie.
- Olvide decirte que las serpientes salieron del lago.
- Pero ya no están ahí ¿Cierto? Por cierto cuando desayunamos, quiero saber si es verdad que saben bien.
- Ahora mismo si quieres, ya están listas.
Seth me trae un gran trozo de carne de serpiente, le ha quitado todas las escamas y parece cualquier pedazo de animal despellejado, clava el pedazo de serpiente en nuestro único cuchillo y me lo ofrece, vale al diablo los modales, le doy un mordisco y descubro un sabor delicioso que no sé como describir, como y como sin hablar hasta que se me acaba la carne.
- ¿Y bien?
- Estaba delicioso, nunca pensé que las serpientes tuvieran ese sabor.
- Que bien, aunque supongo que querrás cambiar de sabor de vez en cuanto, iré a cazar.
- Vale.
- Si pasa algo solo grita, no me alejaré mucho.
- Está bien, pero ten cuidado.
- Lo tendré, hasta pronto.
Veo a mi amigo desaparecer de mi vista y despierto a los pequeños para darles de probar la carne que preparó Seth, les gusta tanto que me piden más, les sonrío y vuelvo a cortar pedazos, en un momento Vi se queda helada.
- Vete Rue.
- ¿Qué?
me giro a la dirección en que mira Perrvinca y observo a Jared, Pervinca y Boggs avanzan hasta quedar delante de mí, Jared les sonríe y toma a Pervinca del cuello, mientras saca un hacha, me lanzo hacia él antes de que pueda hacerle daño a mi amiga, Jared me golpea contra una roca y quedo algo mareada, intento acercarme a ellos a gatas, logro recojer mi tridente pero mi ex amigo me vuelve a golpear, esta vez contra un árbol y veo todo negro, no estoy inconsiente, puedo sentir el dolor y los gritos de mis amigos, que más que preocuparse por sus vidas le gritan preguntandole que me ha hecho, intento decirles que corran pero las palabras no salen de mi boca, escucho un par de gritos más y luego dos cañonazos, luego los pasos de Jared al alejarse.
- ¡Matame a mí ahora!- al fin puedo gritar, noto como se detienen sus pasos por unos segundos aunque después hecha a correr ¿Por que no me ha matado? ¿Por qué? No importa, en cuanto pueda levantarme yo misma me encargaré de eso, puedo hacer un nudo con una parte de mi traje y ahorcarme, sí eso voy a hacer y Jared volverá con Johanna ¡damas y caballeros les presento al ganador de los sueptuagesimos sextos juegos del hambre! ¡Jared Mason! después de ese pensamiento no escucho nada más y esta vez si quedo inconsiente.

2 comentarios:

  1. Oh, que ilusión, primer comentario bueno, solo puedo decirte una cosa (me aclaro la garganta):
    ntjhecnvjlescntegc, nooooooooooooo.

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  2. Te he nominado a unos premios en mi blog: http://losjuegosdelhambre77.blogspot.com.es/
    Un beso :)

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