viernes, 6 de septiembre de 2013

Capitulo 33: Problemas, bastantes problemas

Queridos tributos! Creanme que he estado muy ocupada, estudiando para una coeficiente dos de quimica fisica y biologia, tambien una de lengua y leyendo sin historial para mi club de lectura y cuentos escalofriantes que las ciudades cuentan para una interrogación, también editando unas fotos para hacer "licencias de cupido" a mis amigas y consiguiendo un arco, jeje, larga historia. bueno al fin pude terminar lo poco que me faltaba del capitulo, tambien agregar dos personajes sugeridos por mi amigo casi hermano así que voy hacer un par de fichitas (No se sorprendan al ver a Harry Styles y a Megan Fox como personajes, ya lo dije, mi amigo se los imaginó y buscó el actor y la actriz que se imaginaba)
Ahora sí les dejo el capitulo, en unos días traigo las fichas de los personajes.
y como siempre comenten por favor
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Esta es la mansion


Abro los ojos topándome con la imagen de mi cuarto de hospital, anoche estaba completamente concentrada en mi mentor para fijarme en el aspecto del lugar que me rodea, una pequeña habitación bastante sencilla, de paredes completamente blancas y un piso encerado, estoy sobre una cama de sabanas blancas y mantas de un tono grisáceo como los ojos de mi madre, el tío Gale, Debrah y como eran los ojos de Boggs y Vi. Al pensar en ellos las lágrimas vuelven a amenazar con deslizarse por mis mejillas y me viene el deseo de tener un cuchillo para volver a cortarme como ayer, me levanto para ir por un cuchillo cuando observo a Seth dormido sobre un silla, los últimos momentos antes de dormirme me vienen a la mente, en especial el beso, no creo que mi mentor este en una posición muy cómoda así que me acerco a él e intento moverlo sin despertarlo, no me funciona y abre los ojos poco a poco.
— Buenos días dormilón.
el vestido de Rue
— Hola pequeña— Se acerca a mí y me da un pequeño beso.
— Te dije que no soy tan pequeña.
Seth solamente me sonríe y se pone de pie, doy un paso vacilante hacia él y me dejo caer en sus brazos, noto como me acaricia el pelo y no puedo evitar que se me escape una sonrisa.
— Rue… ¿Lo que dijiste anoche era verdad?
— ¿Qué cosa?
— Pues… que tú… me amas.
Nuestros ojos se encuentran y yo poso mi mano en su mejilla.
— ¿Por qué lo dudas?
— Si tomamos en cuenta que estuviste en los juegos por el hijo de Odair tengo bastantes motivos para dudar.
Finn. No había pensado en Finn desde que salí de la arena, lo único que pensaba era en lo culpable que me sentía y luego en que de verdad amo a mi mentor, pero… ¿Qué siento ahora por Finn? Al recordarlo mi corazón vuelve a latir fuertemente pero al alzar la vista a Seth siento como me aprieta el pecho, me muerdo el labio sin siquiera pensarlo y los latidos de cuando pienso en Finn aumentan cada vez más ¿Qué me sucede? “Estas enamorada” mi subconsciente me entrega esa respuesta, acompañado del recuerdo de un merengue que bailé junto con Finn antes de que todo esto empezara.
— ¿Es verdad que me amas?— Seth repite la pregunta, beso sus labios.
— Te amo, Seth, todo lo que dije anoche era verdad.
— Bueno pequeña, hoy tienes muchas cosas por hacer.
— ¿Qué cosas?
— Primero tienes que ir a casa de mi padre para una especie de almuerzo con la vencedora, solo una cosa, ten cuidado.
— ¿No vas a ir conmigo?
— Claro que sí, pero aun así podrían lastimarte.
— Vale ¿Qué otra cosa?
—Esto es más normal, ver el video de los juegos.
— ¿Y las partes en que Boggs, Vi y Jared…?
Seth solo asiente y me mira con tristeza.
— Creo que podré soportarlo y ¿Qué más?
— Una cena de nuevo en casa de mi padre, con muchas de las nuevas autoridades de Panem. Eso es todo.
— Vale.
Seth me lleva de vuelta a la planta número cuatro y me deja en la puerta de mi habitación, no sin antes suplicarme que no haga ninguna locura. Me visto con un vestido celeste sin mangas, ajustado hasta la cintura y luego la falda simula el oleaje de la playa del distrito cuatro, Finn viaja hasta mis pensamientos, no sé qué decirle, estoy segura de que amo a Seth pero no quiero hacerle daño a Finn. Cuando ya estoy vestida tocan a la puerta.
— Pase.
— Hola pequeña—Me susurra Seth y me besa, luego me pone el collar que me dio Finn, lo miro extrañada—. Sé que es muy importante para ti.
— Gracias.
— Estás hermosa.
El calor sube hasta mis mejillas y agacho la cabeza con una sonrisita dibujada en mi rostro, Seth me levanta la barbilla con delicadeza, transmitiéndome calor y todo su cariño, siento como un escalofrío me recorre todo el cuerpo. Nos miramos a los ojos por unos segundos y luego nuestros labios se funden en un beso lleno de ternura, Seth lleva una de sus manos a mi cintura y la otra a mi rostro, yo descanso mis dos manos sobre su pecho. Nos debemos separar por la falta de aire, ambos nos sonreímos y salimos de la habitación tomados de las manos. Al llegar al salón Annie nos está esperando con una sonrisa, al verme me da un abrazo.
— De verdad tenías a todo el mundo preocupado, Rue.
— Lo siento, no fue una muy buena idea.
Annie me sonríe cuando se percata de que Seth y yo estamos unidos por nuestras manos, por un momento enarca una ceja pero vuelve a su sonrisa, Seth me pone un mechón de pelo detrás de mi oreja y me besa la mejilla.
— Hora de irnos, pequeña.
— Está bien.
 Estoy a punto de bajar de la planta número cuatro para ir hasta la mansión de los Snow acompañada de Seth cuando escuchamos el sonido del elevador, enseguida reconozco la voz de mi padre.
— Hola Ann… ¿Qué sucede aquí?
— ¡Papá! pensé que estarías en el distrito cuatro, o en el doce…
Me suelto de la mano de Seth para abrazar a mi padre pero él me sujeta por los hombros.
— ¿Qué pasa, Rue?  ¿Qué haces con el hijo de Hades Snow?
— Bueno papá, verás, Seth y yo…—Me invaden los nervios, nunca mi padre se ha comportado así, Seth se me acerca y me da un abrazo.
— ¡Tu, aléjate de mi hija!
— Señor Mellark amo a Rue más que a nada en el mundo, no podría vivir sin ella.
— ¡No vuelvas a repetir eso y suelta a Rue!
— ¿Qué tiene de malo que ame a Seth? Él no te ha hecho nada.
— ¿Y qué hay de Finn? ¿Ya lo olvidaste?
— Papá déjame explicarte…
— ¡No hay nada que explicar, ahora apártate de ese imbécil!
— ¡Que yo sepa no lo odiabas cuando hizo todo lo que estaba en sus manos para que pudieras verme antes de la arena!
— ¡Entiende que solo te va a lastimar, después de todo es un Snow!
— ¿¡Y eso qué!?— Estoy empezando a gritar, Seth acaricia mi cabello para calmarme, más no consigue nada— ¡No es su culpa ser nieto de Coriolanus!
— ¡Eso no lo hace diferente al resto de su familia!
— Señor Mellark, juro que Rue es lo único que de verdad me importa y daría mi vida por ella—Seth dice esto mientras sujeta con fuerza y cariño mi mano.
— ¡No me vas a engañar con eso!
— ¡Papa ya basta, Seth nunca haría nada para lastimarme, lo único que ha hecho es protegerme desde que lo conozco!
Seth apoya suavemente su mano en mi cintura, dándome un poco de seguridad, Annie viene en nuestra ayuda.
— Peeta deberías pensarlo mejor, llama a Katniss y arreglen esto entre los dos, pero ahora lo mejor es que Rue y Seth vayan a la mansión de Hades, si no lo hacen Rue puede tener bastantes problemas.
Seth me dedica una triste sonrisa y yo tiro de él hasta el elevador, donde le rodeo el cuello con mis brazos y apoyo mi cabeza en su pecho.
— Lamento haberte causado problemas con tu padre, pequeña.
— Eso no importa Seth, lo único que de verdad importa es que te amo y nadie va a cambiar eso.
Salimos del centro de entrenamiento y subimos a un coche durante todo el camino nos quedamos sumidos en un agradable silencio hasta llegar hasta la mansión del padre de Seth, mi amigo da un pequeño suspiro y me ayuda a bajar del coche en el que viajamos, le dedico una gran sonrisa y caminamos hasta el interior de la mansión.
— Pase usted, señorita Mellark.
— Muchas gracias, caballero.
Entramos a la gran mansión, no observo mucho el decorado y solo me percato de los espaciosa que es, los tonos madera del techo y del piso y de el gran balcón en el fondo del vestíbulo, observo a un chico de cabellos rizados de un tono castaño claro y ojos grises, vuelvo a recordar a Boggs y Pervinca. Seth se acerca al muchacho que acabo de ver y lo saluda animadamente, luego me hace señas para que yo también me acerque, estoy a punto de hacerlo cuando una voz me pone los pelos de punta.
— ¡Hace tanto tiempo que no veía a mis dos hijos en un mismo lugar!
Alzo la vista hacia el balcón y allí aparece Hades Snow, con una sonrisa sádica dibujada en su rostro, su mirada pasa de Seth y su hermano hasta mí, me observa con frialdad por unos cuantos segundos, tratando de descifrar cuánto daño me ha hecho. Mantengo una expresión calmada, respiro tranquilamente y evito que mis músculos se tenses, sin embargo Hades consigue ver algo en mis ojos y su sonrisa aumenta, mostrando una gran satisfacción. Puedo sentir unas manos sobre mis hombros y escuchar los susurros de Seth.
— Tranquila, pequeña, no voy a dejar que te haga daño.
— Ya lo hizo.
Seth hace que me gira y me estrecha entre sus fuertes brazos, enseguida noto su respiración en mi cuello y no puedo evitar un pequeña sonrisa a pesar de la tensión que se respira en el ambiente, me aparto un poco de Seth y vuelvo a observar a su padre, concentro todo el odio que le tengo en mi mirada, por la muerte de los pequeños, por convertir a Jared en un asesino, porque sigo viva mientras ellos ya no están.
— Rue, que alegría verte a salvo y junto a mi hijo mayor. Toma asiento, hora de almorzar.
— Sería un gusto, aunque preferiría inyectarme un antídoto contra el veneno de serpiente antes ¿Cuál ha elegido? ¿Una diamante del oeste o una coral? ¿Una Mamba negra o una víbora? ¿Tal vez una cobra real o filipina?
— Puedes comer tranquila, no me gusta usar las mismas armes de mi padre.
— ¿De la víbora de Coriolanus?
— Si quieres puedes llamarlo así.
— Cada vez me voy asegurando de qué va a ser muy fácil derrocarlo, por ejemplo Coriolanus no me mantendría viva.
— Pues él no habría visto tu potencial.
— ¿Potencial?
— Claro ¿Recuerdas la pequeña negociación en la que acordamos que tu hermano y Finn Odair estarían a salvo de por vida si eras la tributo de mis juegos?— Asiento—. Pues demostraste tener una cabeza bastante fría, no te dejas llevar por la desesperación y eso es muy interesante.
— Con mayor razón, no querrá que use ese potencial para ayudar a los distritos.
— He encontrado una manera de que me ayudes a mí.
— No lo creo.
— Relájate, disfruta de la comida y después te explicaré.
Lo miro con odio pero me siento en una  gran mesa repleta de exquisitos manjares, Seth toma asiento junto a mí, durante toda la comida trato de mantener la compostura, aunque Effie no me dijo que hacer cuando estás en un almuerzo con la persona que más odias y que es el responsable de la muerte de gente muy importante para ti cuando me enseñaba el manual de carreño. Al finalizar el almuerzo todos nos levantamos y Hades me ofrece un brazo con un gesto burlón, Seth intenta acercarse a nosotros pero le sonrío para infundirle confianza y acepto el brazo que me ofrece su padre, mi amigo intenta llevarme consigo pero llegan unos agentes de la paz y lo sujetan, Hades se acerca a mi oído.
— Nada le pasará si no intentas nada ¿Escuchaste?
— Sí, escuche.
— Buena chica, ahora ¿Te gustaría visitar el jardín?
Dejo que Hades me guíe por la mansión como si se tratara de un amigo de toda la vida, alguien que no me haría daño, alguien en quien confiara para todo “Pero dudaste de Jaread, desconfiaste de él” Mi conciencia me repite lo que le hice y un nudo se apodera de mi garganta.
— Bueno Rue, me di cuanta de cuanto te importa mi hijo mayor.
— Usted no puede saber lo importante que es Seth en mi vida, nunca imaginaría lo que siento por él.
— Tal vez no lo sepa, pero cuando te diste cuanta de que lo había tortura supe que te importa lo suficiente para mis propósitos.
— No puedo creer que sea tan cruel como para poder hacerle daño a su propio hijo.
— Deberías creerlo porque su seguridad depende solo de ti.
— ¿Qué debo hacer para que no lo lastime?
— Actúas tal como me imaginaba, me serás muy útil.
No soporto más escuchar cómo se regodea de su victoria, lo empujo contra una pared y ubico mi brazo sobre su cuello, impidiéndole la respiración.
— Pobre chica ingenua, ahora mismo lo agentes que están junto a Seth observan cada uno de tus movimientos, espero que no te sorprenda el estado en que lo encontraras.
Esas palabras son como cuchillos atravesando mi piel, me separo instantáneamente de él y corro hasta el salón principal donde están Seth, su hermano y los agentes de la paz, descubro a una de estos últimos con un cuchillo a poco centímetros del pecho de Seth, otro sujeta a su hermano y a una chica de cabellos oscuros y figura esbelta, no me preocupo mucho del ambiente y me concentro en Seth, ninguno de los agente me ha visto, observo la mesa sin cubiertos, sin tazas ni vasos, ni platos, sin nada, solo en mantel. Avanzo unos poco pasos hasta llegar a la mesa, sujeto el mantel de seda blanca entre mis manos y en un rápido movimiento lo envuelvo en la cabeza del agente, que va perdiendo el aire, lo aparto y me acerco a Seth.
— ¿Qué te hicieron? Lo lamento, todo esto es mi culpa, soy una completa…
— Pequeña estoy bien, cálmate.
Tomo el cuchillo del agente que sujetaba a mi amigo y lo uso para amenazar al agente que sujeta al hermano de Seth y a la chica. Mi amigo, más bien creo que se ha convertido en mi novio, me saca de la mansión y me ayuda a subir al coche, comparte un par de palabras con su hermano y termina subiendo junto a mí en la parte trasera del auto, en el asiento del copiloto se sienta la chica que vi hace unos momentos, el coche arranca y Seth se encarga de presentarnos.
— Rue, ella es Mengana Coin, la novia de mi hermano.
— Megan— Le corrige ella.
— Tu nombre es Mengana.
—Pero me gusta que me llamen Megan.
— Vale—Seth resopla—, Megan ella es Rue, mi…
— Su novia—Termino la oración por Seth mientras le dedico a este una gran sonrisa y me acurruco junto a él, Megan nos observa por el espejo retrovisor.
— Al fin, Seth, a Harry ya le preocupaba que algo estuviera mal contigo.
— Claro, como para ustedes dos todo es amor, si llevan juntos ¿Siete años?
— Si, siete, estamos juntos desde los nueve. Aunque dime que ahora que POR FIN te enamoraste no todo gira en torno a Rue.
— Bueno…si.
— Te dije.
— ¿Segura de que no eres tú su hermana? Se comportan como si lo fueran.
— Bueno, somos amigos desde los cinco y ese tonto me ayudó con Harry, aún no sé cómo.
— Espera ¿Seth ayudando en una relación?— La idea me hace reír— ¡Tiene que ser una broma!
— No lo es, aunque no puedo creer que eso pasó.
— Ya basta de reírse a mi costa las dos, que ya llegamos.
— ¿Al centro de entrenamiento? ¿Tan rápido?
— Si, dudo que con tanta charla se dieran cuenta.
— Es tu culpa por presentarme a Rue, sabes que nunca paro de hablar.
Los tres bajamos del automóvil y caminamos hasta el interior del centro de entrenamiento, al subir a la planta número cuatro observo como Annie saluda a Megan y la conduce hasta una habitación, Seth y yo caminamos hasta la sala con las manos entrelazadas hasta que me congelo al ver a dos personas que solo pueden significar una cosa, que tengo problemas.

Sentados en un sofá están esperándome mis padres.

3 comentarios:

  1. ¡Hola!

    Me pasaba por aquí para decirte que te he nominado a un premio. Pásate por mi blog en cuanto puedas :)

    Saludos.

    Noelia Mellark

    http://dandelionmellark.blogspot.com.es/2013/09/blogs-encadenados.html

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  2. Hola!! Me pasaba para decirte que te he nomimado a un premio en mi blog, pasate cuando puedas :)
    http://elprimervasallaje.bogspot.com/
    Besos!! :)

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  3. Hoola :) Te he nominado a un premio en mi blog. Pásate cuando puedas :)
    http://desperateknifeclove.blogspot.com.es/2013/09/blog-encadenado-lovely-blog-award-best.html

    PD: el capítulo es genial y perfecto como todos los demás :) espero el siguiente.

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