jueves, 20 de febrero de 2014

Capitulo 10: Escape

¡HOLA TRIBUTILLOS!
¿felices por el capitulo? Yo si, porque estoy esperando escribir esto hace una eternidad,  desde que terminé de leer sinsajo por primera vez, van a saber lo que es exactamente en la ultima frase del capitulo CHAN CHAN CHAN
aqui se los dejo
besos, panes quemados y azucarillos
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Me encuentro en una de las muchas tiendas de ropa para bebes del Capitolio. Estoy cruzada de brazos mientras observo como Megan arrasa con la tienda. Toma unos zapatitos de allá, un babero por acá, un traje del otro extremo. Todo de color blanco, ya que con solo un par de meses no podemos saber si va a ser niño o niña, a mi no me interesa en tanto nazca sanito o sanita. Seth y Harry cargan con una infinidad de bolsas, llena de ropa para embarazadas. Por mi parte evito problemas y le doy el visto bueno a todo lo que me enseña mi amiga.
—Cariño, pensé que salida era pasear un poco, no que le compraras a Rue y su bebé toda la ropa que encuentres.
—Cierra la boca si no quieres que te haga tragarte los zapatitos.
—Y se nota el amor en el aire
Gracias a ese comentario Meg le regala un buen golpe en la cabeza a Seth. Harry intenta decir algo pero termina con la marca de la mano de su novia en la mejilla. Observo a ese extraño trió por unos minutos, hasta que Seth escapa de Megan y me da un beso en la frente.
Cada uno vuelve a su tarea, Meg vaciando la tienda, Seth y Harry cargando las bolsas y yo haciendo absolutamente nada. Cierro los ojos y me apoyo en la pared, no puedo creer que dejé que mi amiga me arrastrara por la mitad de las tiendas del Capitolio, y eso que aun no terminamos de recorrer el centro, aun faltan las tiendas en las afueras, casi habría preferido quedarme en esa estúpida mansión. En algún momento escucho a mi amiga gritar algunas palabras para nada amables hacia mi esposo, no puedo evitar que se me escape una risita mientras escapo de los problemas. Harry está de acuerdo conmigo en que lo mejor es no meterse en sus peleas infantiles así que me sigue en dirección a un parque bastante cercano a la tienda. Me siento en el césped y empiezo a jugar con las flores como una niña pequeña mientras el chico mantiene la vista fija en la pelea de nuestras parejas, algo me dice que Seth no va a quedar bien parado si a Megan se le ocurre usar el arma más mortal del mundo, sus largas y limadas uñas.
Harry y yo nos dedicamos a conversar de cualquier estupidez que se nos ocurra. Mi cuñado no para de hacerme reír con sus mil locuras. De vez en cuando echamos miradas a la tienda para ver a mi pobre marido cediendo a los caprichos de Megan. No sé cómo pero en algún momento se activa una alarma y aparecen muchas personas a nuestro alrededor, todas armadas y con el uniforme de los soldados del distrito trece. Escucho uno de los chillidos agudos de mi amiga, quien sale de la tienda con un par de pistolas y el mismo traje de los soldados que nos rodean, de más esta decir que Seth le pisa los talones. Nadie excepto yo parece sorprenderse por esto, ni siquiera Harry, quien nunca se entera de nada.
En tan solo un par de segundos el amor de mi vida está a mi lado y me lleva de la mano hasta un aerodeslizador, después de entrar junto a él y los dos enamorados que nos acompañaban todos los soldados nos siguen. Rápidamente llegamos a una salita bastante cómoda y con bastante comida, donde Debrah nos abraza a cada uno justo antes de ir a ¿pilotear? El aerodeslizador. Me quedo boquiabierta al ver a la rubia manejarse con soltura en el asiento del piloto. Mientras observo como el Capitolio se hace cada vez más pequeño al verlo desde la ventana mis entre todos me explican que planearon esto en cuanto supieron que estaba embarazada y que en unos momentos alguien vendrá a comprobar que mi bebé esté creciendo bien. Fulmino a todos con la mirada mientras le doy un golpe en la cabeza a Harry, el más cercano a mí.
— ¿Y no se les ocurrió decirme?
—Queríamos que fuera una sorpresa.
— ¡Megan esto es demasiado importante para ser una sorpresa!
Noto unas manos en mi cintura y me giro para recibir un largo beso de parte de Seth, que acepto gustosa. El chico me sonríe en silencio en cuanto nos separamos y me conduce a un sofá, donde ambos esperamos a que el doctor, o la doctora, aparezca.  Megan y Harry nos abandonan tras unos minutos, justo antes de que una mujer vestida de blanco, la doctora, entra a la habitación. Mi esposo le sonríe y me acerca un poco a ella, lo suficiente pa poder ver el nombre cuidadosamente bordado en su uniforme, el que leo en voz alta.

—Doctora Primrose Everdeen.

3 comentarios:

  1. ¡Genial! La espera a merecido la pena . Felicidades un capitulo estupendo

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  2. Awwww PRIMM no puedo creerlo, de verdad quiero saber que pasara, olle me gustaria saber el opinion de Peeta y Katniss ante el embarazo, aunque sea una visita o algo pequeño, esta genial el capi espero dichosa el siuiente

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