domingo, 29 de diciembre de 2013

Segunda parte:Capitulo 6-Boda y confesiones

¡Hola tributos! Una preguntita ¿les gusto el capitulo cinco? pues si es asi creo que van a disfrutar el siete y tambien creo que son algo pervers como mis amigas A lo que venia ¡Este es el capitulo mas largo que he escrito hasta ahora! puede que sea aburrido pero tengo una pequeñita confesion muy importante sobre Jared deben preguntarse ¿y ese muerto que? pues ya veran y bueno hay boda ¡party time! Todos nos vamos de fiesta al distrito cuatro ¿Saben bailar bachata, salsa o merengue? con cualquiera sirve, o vals, tambien seria util.
Vale vale, me distraigo muy facilmente ¡el capitulo! una cosita ¡Megan va a sacar su lado perver! e.e a ver esa Megancita bueno no me distraigo por mas tiempo y 
LES DEJO EL CAPITULO



el vestido...
...y la trenza de la boda













Me doy una ducha rápida y dejo mi cabello completamente mojado y desenredado, como ya se ha vuelto costumbre. En cuanto termino de desenredar mi cabello me doy cuenta de que no traje nada de ropa al baño. Tonta, tonta, tonta. Escucho ruidos al otro lado de la puerta, por lo que Seth no se ha ido. No puedo creer que se me haya olvidado traer ropa ¡Y no tengo mi pijama! Dejo escapar un suspiro.
— ¿Seth?
— ¿Si pequeña?
— ¿Podrías cerrar los ojos? Olvidé traer ropa —en cuanto digo esto él suelta una carcajada.
— ¿Por qué te da vergüenza que yo te vea?
—Solo cierra los ojos.
­­­­­—Vale, no se enoje que le salen arrugas.
—Y también cierra la boca.
Entreabro la puerta para asegurarme de que mi mentor tiene los ojos cerrados. Aunque no puedo decirlo con exactitud ya que se cubre el rostro con una almohada, aunque también oculta lo que va debajo de su torso con las mantas. Rápidamente me pongo la ropa interior, me visto con el primer vestido que encuentro y me acerco a Seth para darle un beso en la frente. En cuanto hago eso él abre los ojos y me dedica una sonrisita. Mi futuro esposo se tumba otra vez y yo lo miro enarcando una ceja.
— ¿No que nos íbamos de picnic?
—Lamento decirte pero lo único que sobrevivió de ayer fue mi camisa, pequeña. Y Perdón por haber asesinado tu sudadera y tus vaqueros.
—Espera ¿Quién asesino TU ropa?
—Fuiste tú, Rue. Recuerda, yo ni siquiera me quité algo.
¿Osea que yo rompí toda su ropa? ¿Yo? ¿Esta Rue? ¿No será la primera Rue? Esa niñita era bastante traviesa, bueno según yo. Sin darme cuenta he dicho todo eso en voz alta. Seth me responde que si es en serio, si fui yo, esta Rue y que la primera ni la conoce porque murió como hace dos décadas. La verdad fue estúpido pensar en esa Rue pero es que ¿Yo romper su ropa? Después de pensar por unos minutos alguna explicación lógica, que no me incluya rompiendo su ropa, me doy cuenta de dos cosas. Seth está desnudo y no puede caminar así por la casa con Megan aquí. Abro los ojos como platos y salgo de mi habitación corriendo. Busco entre sus pertenencias una camisa, vaqueros, zapatillas y, aunque no quiera admitirlo, ropa interior. ¿Pero qué diablos? No se supone que sea tan vergonzosa después de eso. Vuelvo corriendo a mi cuarto, topándome con Megan en el camino, como me imaginaba empieza a hacer preguntas.
­— ¡Rue! ¿Perdonaste a Seth? Espera… ¿Qué haces aquí tan temprano y con algo de su ropa?
—Bueno…
— ¡Rue Mellark Everdeen! ¡Ustedes dos lo hicieron y no me contaste! ¡Pensé que éramos amigas!
—Megan despertamos hace unos minutos.
— ¿Pero por que le llevas ropa? ¿No se pudo vestir con lo de ayer mientras iba a su cuarto?
—No podía porque… —voy bajando la voz para decir lo siguiente— Porque rompí su ropa.
— ¿Tu qué?
—Le voy a llevar su ropa ¿Vale?
— ¡Rue Mellark vuelve aquí! ¡No me has dicho nada de verdad importante!
¡Dios! ¿Qué más quiere saber? Corro lo más rápido hasta mi cuarto y mi gran entrada es por medio de un tropezón  cayendo al piso. Enseguida me pongo de rodillas y cierro la puerta con pestillo. Nunca están de más las precauciones si hablamos de Megan. Seth hace un ademan de levantarse pero, antes de que las sabanas dejen de cubrir lo que no se debe ver, lo sujeto para que no quede a la vista. Le entrego rápidamente su ropa y cierro los ojos mientras apoyo la frente en la pared contraria a él. Lo escucho soltar una risita, asi como el agua caer desde el baño y el rose de la tela contra su piel. Puedo sentir una caricia en mi cabello pero me niego a abrir los ojos. Estiro la mano hasta dar con la tela en el lugar que debe estar su torso y luego palpo su pierna. OJO QUE PIERNA ES PIERNA, no entrepierna ¡Pierna dije!
Abro los ojos y sonrío al verlo con su cabello castaño aun húmedo y lo bien que le queda esa camisa de un tono verdoso ¿Mencioné cuanto amo el verde? Supongo que lo saqué de mamá….un segundo… ¿Cómo le voy a decir a Seth lo que tengo que hacer? Temo que se enoje conmigo y deje que me enfrente a esto sola. ¿Sería capaz de abandonarme? El me ha dicho varias veces que me ama ¿Pero si solo soy una distracción o un juego para él? Me recorre un escalofrío al pensar en esa posibilidad ¿Qué pasa si no significo nada realmente para él? Bueno me pidió matrimonio, me ha cuidado ¿Pero y si es solamente un truco para tenerme a sus pies? Miro a mi mentor a los ojos, esperando encontrar un toque de desprecio o algo que me indique que no soy nada para él, pero solo encuentro un brillo especial, como el que aparece en los ojos de mi padre cada vez que ve a mama. ¿Y si es solo otra mentira? ¿Si Seth puede actuar como si de verdad me quisiera? ¿Qué pasa si me deja ahora que lo hicimos? Ese pensamiento hace que las lágrimas nublen mi vista. Tengo miedo. Miedo de perderlo. Seth me abraza y acaricia mi cabello.
— ¿Qué pasa Rue? ¿Qué te preocupa?
— ¿Es verdad que me amas?
—Más que a mi vida, pequeña. Eres lo único que me mantiene vivo, pero ¿Eso que tiene que ver con tu llanto?
—Que lloro porque tengo miedo de que me dejes.
— ¿Dejarte? ¿Por qué lo haría?
—Por…por nada… —creo que este no es el momento para decirle del trato.
—Rue puede que no lleve toda una vida junto a ti, pero te conozco ¿Por qué?
—Porque…porque voy a ir al Capitolio, tengo que salvar a mis padres y estar bajo el control del tuyo es lo único que puedo hacer para que los dejen en libertad.
— ¿Cómo? —El chico me sujeta por los hombros con fuerza— ¿Tienes idea de lo que podría hacerte ese…?
—Seth, voy a estar bien. Debo vivir en su mansión, no sé porque pero puedo llevar a alguien conmigo. Y estaba pensando si tu…
— ¿Si te voy a acompañar? Pues sí, no te voy a dejar sola en esto. Por muy estúpida que haya sido tu decisión voy a estar contigo donde vayas, no voy a dejar que nadie te lastime.
—También…me preguntaba si…solo soy una especie de juego para ti.
— ¿Un juego? Pequeña eres el amor de mi vida, sin ti juro que me suicido. No podría seguir adelante, ni siquiera sobrevivir.
—Seth…debo irme mañana.
—Entonces hoy mismo nos casamos.
Mi mentor me toma en sus fuertes brazos y me lleva rumbo a casa de Finnick y Annie, Megan nos sigue con Alex en sus brazos. Seth les dice que ya es hora “del plan” y Annie me lleva lejos de mi futuro esposo, por otro lado Finnick se lo lleva a él ¿Ellos sabían que Seth iba a pedirme matrimonio? No me da tiempo a formular la pregunta cuando Annie me enfunda en un vestido de un tono entre dorado y un color crema, con ligeros brillos. Sin mangas y largo hasta el piso. También me calza unos tacones dorados. Me obliga a sentarme frente a un espejo y con sus hábiles dedos, de tanto hacer redes, me trenza el pelo y, en cuanto me deja ver el peinado, en la parte posterior de mi cabeza la trenza forma una hermosa flor con un perla en el centro. Me pongo de pie mientras Annie saca un bellísimo ramo de lirios de armario. Me entrega las flores y me contempla.
— ¿Qué te parece? El vestido lo hizo Cinna y Finnick y yo nos encargamos del ramo.
—Son preciosos Annie, pero ¿No estás enojada porque me voy a casar con Seth?
— ¿Enojarme? No te preocupes por eso, siempre has sido como mi hija. Quiero verte feliz y se nota que amas a Seth tanto como él a ti, además Finn puede encontrar a alguien más.
—No lo dudo ¿Dónde está?
—Dormido, creo que te pasaste con el somnífero.
— ¿Cómo?
—Yo lo sé todo, ahora rápido. Tenemos poco tiempo para la boda, va a ser la típica boda del cuatro, solo que llevaras un ramo de flores como en el capitolio y después se van a brindar mutuamente el pan. ¿Alguna duda?
—Ninguna.
—Entonces vamos.
Annie le grita a su esposo, preguntándole si Seth está listo. En cuanto recibimos la respuesta de que esta todo en orden nos apresuramos a salir de la casa, yo siempre guiada por Annie. En la puerta Finnick me ofrece el brazo para entregarme a Seth. El señor Odair me entrega como en las bodas del Capitolio pero en cuanto estoy junto a Seth nos cubre una red. Continuamos con la ceremonia hasta llegar el momento de humedecernos los labios, el uno al otro, con agua de mar. Todo lo hemos hecho en tiempo record pero sin perder el romanticismo.
La ceremonia termina, firmamos unos papeles y nos asignan otra casa en la aldea de los vencedores, por lo que Megan se quedara sola en mi antigua casa. En algún momento Seth me toma en brazos y cruzamos de esta manera el umbral de la puerta. Mi, ahora esposo, susurra que es una antigua tradición. No dejo de sonreír mientras estoy en los brazos del hombre al que amo. Al entrar nos encontramos con Finnick y Annie, Megan y Harry (con Alex en el medio) El tío Gale y Debrah, Haymitch, Beetee (aunque ya con la edad pesándole), mi abuela, Cinna, Effie y Johanna, quien no deja de sonreírme ¿Johanna sonriendo sin sarcasmo? Esto es raro. Escucho pequeños y rápidos pasos y mi hermanito se nos acerca para abrazarnos, en cuanto lo veo no puedo evitar dejar escapar un par de lágrimas. Tal vez no vuelva a verlo. Solo faltan tres personas, mis padres y Finn, aunque lo mejor es que ese último no esté aquí. No tengo idea de cómo se va a tomar la noticia, ni quien le va a explicar todo. Aunque también desearía con todas mis fuerzas que también estuvieran apoyándome Delly, Boggs, Vi y Jared. Al pensar en todos ellos mi corazón se encoge. Entonces mi vista vuelve hasta mi esposo y no puedo evitar sonreír, acabo de casarme con Seth, quien estoy segura que es el amor de mi vida. Mi hermano nos entrega a cada uno de los presentes un trozo de pan del distrito doce y todos esperan con una sonrisa hasta que mi amor y yo nos brindamos mutuamente, aunque después de eso les damos el espectáculo de un gran beso.
Megan pone música, al principio unas cuantas canciones de vals, que luego se van animando y pasan por bachata, salsa y llegan a merengue. No puedo evitar una risita al recordar las macarenas de Seth, aunque debo admitir que ahora es un buen bailarín. Ni siquiera pensamos en salir de la improvisada pista de baile, sino que bailamos hasta quedar completamente agotados. En algún momento Seth me deja sola por unos minutos para hablar con su hermano y el mío, ug charla de chicos. Me acerco tímidamente a Johanna con la vista en el piso.
—Johanna, quería disculparme por lo de Jared.
—Nada de agachar la cabeza, descerebrada. Hoy te casaste y debes estar feliz por eso, ahora mismo importa una mierda todo lo que pasó antes de este día. Aunque si te soy sincera mi hijo murió feliz, por eso no te guardo rencor. Además ya le quedaba poco tiempo.
— ¿Cómo dices?
— ¿Nunca te dijo? —ahora me doy cuenta del tono cargado de añoranza de Johanna.
—Nunca.
—Le diagnosticaron cáncer, ya estaba muy avanzado y no había cura. Estas serian sus últimas semanas.
—L-lo siento, no lo sabía.
­— ¿Sentirlo? Iba a morir de todas formas pero estaba feliz de que lo perdonaras, debe ser el primero en festejar tu boda allá arriba. Ahora si me disculpas, han sido veinte años sin molestar a mi mejor amigo.
Johanna se acerca al señor Odair mientras Annie se aleja de ese par riendo, a saber cuánto ha sido capaz de desesperar Johanna al pobre. La madre de Finn se me acerca y me sonríe con dulzura. Hablamos un poco sobre mi nueva vida como la mujer de Seth, nada digno de mencionar, aparte de que se salió la anécdota de lo sucedido anoche. Annie me sonríe y me da todo su apoyo. Mi marido me sorprende al abrazarme por detrás y besar mi cuello, lo que me hace soltar un suspiro tanto de sorpresa como de felicidad. Annie nos deja solos, lo que Seth aprovecha para sujetarme por la cintura y besarme, de la misma forma apasionada que anoche, solo que sin llegar a tanto como hacerlo otra vez. Me susurra que solo puede esperar hasta que termine la celebración, no puedo evitar sonreírle y decirle que yo también ¿Yo dije eso? Bueno ya no importa. Estamos casados ¿No? No nos puedes reclamar nada. De hecho me gusta bastante la idea de que pronto los invitados vayan a celebrar, y prepararnos algo para mañana, a casa de Megan (ex casa mía) Nuestra amiga está dispuesta a llevarse a Alex, aunque sin prometernos que el perrito no va a quedar traumado con la “noche de celebración de ella y Harry” supuestamente van a celebrar nuestra boda a su manera. La verdad no quiero ni saber lo que van a hacer esos dos.

2 comentarios:

  1. Hoola :)
    Es un capítuulo geniial. La verdad es que me he puesto al día con los que me quedaban y no me creo que me haya pasado tanto tiempo sin esta historia. La booda fue perfecta lo unico malo fue que Hades sea taan malo. ¿Me lo puedo cargar? Porf favooor jajajaja (bueno... Ya desvarío)
    Espero el siguiente.
    Beeeesoooos :)

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    1. Y aun faltan algunas cosas por pasar en la celebracion, solo digo que se viene un drama e.e
      Bueno...Hades no tiene corazon, simple, no tiene corazon es un maldito hijo de... (por no decir malas palabras lo dejamos en hijo de Snow)
      ¿Solo tu? Eso no, nos vamos a cargar todas juntas! de hecho hace mucho que lo quiero matar pero...todo a su tiempo (op puede que, por desgracia, no suceda)
      Ya se viene el proximo capitulo asi que calma, lo unico que es que no tengo mucho tiempo para escribirlo porque llevo a una perrita a la peluqueria n.n y voy a practicar boxeo
      besos

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