martes, 24 de diciembre de 2013

Segunda parte: Capitulo 4-Futuro esposo

¡Hola tributos!
¡Hoy es noche buena y mañana navidad! navida navidad dulce navidad *sigue cantando todos lo villancicos que se sabe*
Bueno, a lo que vengo ¡El capitulo! Paula no se si vas a estar feliz o me vas a asesinar Bueno, no tengo mucho que decir hoy, asi que simplemente se los dejo
Ah si, tributos empiecen a imaginarse que van a leer en el siguiente que ya esta listo Ya deben conocerme ¿Que nunca seria capaz de escribir? si tienen sus teorias dejenlas en los comentarios. Ya que e capitulo cinco es muy...muy...ay no se como decirles sin revelar nada. Bueno si con como mis amigas les va a gustar y MUCHO. 
Besos panes quemados y azucarillos


Aqui esta Fiura
No dejo de llorar mientras escucho unos pasos apresurados entrar a la casa y subir las escaleras. Enseguida comienzan los golpes en mi puerta y los gritos y suplicas de Seth. Sé que debe estar preocupado por lo que sucedió pero no puedo explicarle, él no me dejaría continuar con el trato. De algún modo conseguirá llevarme hasta algún lugar en que Hades no pueda encontrarme, hasta poder hacerme cambiar de opinión. Quiero abrirle y refugiarme en sus brazos, decirle mil veces lo mucho que lo amo, que estoy segura de que solo lo amo a él y contarle lo que está pasando de verdad. Pero no puedo. Todo se derrumbaría, incluyéndome. No puedo permitirme eso. No puedo derrumbarme. Pero… ¿No me he derrumbado ya? ¿Qué se supone que es esto? ¿Un simple momento de debilidad? Los golpes cada vez se hacen más fuertes, de modo que pienso que en cualquier momento Seth puede echar abajo la puerta.
—Vete —chillo mientras las lágrimas aumentan—. Vete Seth, te lo suplico.
—No puedo, pequeña, no voy a dejarte así.
— ¿Por qué no?
—Porque algo te ocurre y quiero apoyarte, aunque no me digas lo que pasa.
Esas palaras me hacen considerar abrirle ¿Qué tiene de malo pasar algo de tiempo llorando en sus brazos? ¿Es malo escuchar su armoniosa voz diciéndome que todo va a estar bien? ¿Debería evitar sentirme protegida por el chico al que amo? Después de todo no me va a preguntar lo que me sucede. Se va a limitar a apoyarme, escucho unos susurros salir de sus labios. Suplicando que le abra. Puedo escuchar la desesperación en su voz ¿Temerá que vuelva a cortarme? Si es así no tiene nada de qué preocuparse. Me prometí no volver a hacer esa estupidez. Me pongo de pie, sin molestarme en limpiar las lágrimas, y le abro la puerta. Seth se sorprende al principio pero luego me estrecha entre sus brazos.
—Pequeña no te preocupes, estoy aquí y nada malo te va a pasar. Nadie va a lastimarte.
— ¿Sigues molesto conmigo? Nunca debí hablarte de esa forma.
—No te preocupes, eso nunca pasó ¿entendido?
—Entendido y ¿Seth?
— ¿Si?
—Te amo, a ti y a nadie más. De verdad me arrepiento de decirte que no te quería, no era consciente de lo que decía, no me pude controlar.
—Solo calma ¿Vale? Te amo, sin importar lo que te haga. Puede que te lastime sin darme cuenta pero es porque quiero protegerte.
Me atrevo a levantar la vista hasta sus ojos. Unos ojos que me dejan sin aliento, en los que encuentro apoyo, comprensión y amor. Los ojos del chico que amo y del que me dolerá separarme. Me pongo de puntillas y lo beso. Al principio mi mentor se sorprende. Parece no creer lo que está pasando, pero después me aprieta aun más contra su cuerpo y me besa como hubieran pasado años desde la última vez que nos vimos. Como si fuera a perderme de un momento a otro. Una de sus manos se desliza hacia arriba por mi cintura. Pasa por la parte alta de mi espalda, recorre mi cuello y por último se enreda en mi cabello. Utiliza su brazo libe para sujetarme contra su cuerpo con fuerza. Negándose a soltarme. Mis ambas manos se mantienen en sus hombros, felices de poder aferrarse a él, por fin. Nuestros labios se encuentran en una lucha desesperada, no puedo evitar sonreír. Seth se separa para que ambos tengamos la oportunidad de respirar y apoya su rostro en mi hombro, con los ojos cerrados. Puedo sentir su respiración agitada en mi cuello, también cierro los ojos.
Me siento mal por lo que estoy haciendo, ahora me siento más feliz que nunca junto a Seth, pero en tan solo tres días voy a tener que separarme de él. Los latidos de mi corazón aumentan por la desesperación. No quiero alejarme de Seth. Quiero quedarme junto a él. Quiero permitirme soñar con un futuro juntos. Superar todas las pruebas que nos ponga la vida por delante. Pero no tengo derecho a nada de eso. Tengo que despedirme. Cerrar este capítulo y asegurarme de que él podrá ser feliz sin mí. Debo hacerme a la idea de que encuentre una chica que lo cuide, que se mantenga a su lado, cada vez estoy más segura de que me debo alejar de él, hasta que escucho su voz.
—No vuelvas a intentar quitarme de tu vida, te necesito.
—Seth…lo siento.
— ¿Qué? ¿Ahora vas a decirme que lo que pasó no fue nada? ¿Qué volverás a alejarte de mí? Si es eso no vuelvas a darme esperanzas.
—No digas eso, por favor.
— ¿Acaso no es la verdad? ¡Dime que me equivoco y ahora mismo te entrego la argolla para poder casarme contigo!
Esas palabras hacen que me paralice ¿Seth quiere casarse conmigo? Una parte de mí, y para nada pequeña, quiere ser egoísta y abrazarlo con todas mis fuerzas, decirle que lo amo con mi alma y que quiero casarme ahora mismo si se puede. Pero no puedo hacer eso. Tengo que cuidar a mis padres, a la gente que me importa y a él ¿Quién sabe lo que puede hacerle su padre? Vuelvo a cerrar los ojos y a besarlo. Puede tomárselo como quiera y estaré feliz de seguirlo hasta el fin del mundo si así me lo pide. Porque lo amo, lo amo más que a mi vida. Seth me hace girar en el aire mientras no deja de besarme. En cuanto me baja reparte besitos por todo mi rostro. Me aparto para esquivar uno de sus besos y besar yo misma la punta de su nariz.
—Supongo que puedo tomar eso como un sí.
—Eso fue un sí, mi amor —le susurro un segundo antes de volver a besarlo.
Mi futuro esposo me sonríe y me sube a su espalda. Sale corriendo en dirección a una parte del distrito que nunca había visto, lo que es bastante extraño. Veo una gran extensión de pasto y, a lo lejos, a su caballo. Junto a Yeer hay una hermosa yegua con la crin de un tono rubio y el pelaje oscuro. Una haflinger. Seth apura el paso mientras sonríe como nunca. Llegamos rápidamente junto a Yeer y la yegua. Seth se deja caer de espaldas en el césped, aplastándome a mí de paso. Le dedico una sonrisa y le digo que, considerando lo pequeña que soy, es muy fácil aplastarme. Mi futuro esposo se ríe, se pone de pie y me ayuda a levantarme con toda la dulzura y la delicadeza del mundo. Seth acaricia su caballo y toma mi mano para acercarme a la haflinger. Me abraza por detrás y besa mi cabello.
—Pequeña esta es tu nueva yegua, su nombre es Fiura.
— ¿Me…me conseguiste una yegua? ¿Cuándo?
—En cuanto llegamos al distrito.
Me giro para poder besar y abrazar a Seth cómodamente. Se aleja unos centímetros para acariciar mi mejilla, lo que no me sienta muy bien. Lo empujo con delicadeza, aunque logrando tirarlo al piso, y me tumbo sobre él para volver a besarlo. Seth me sonríe con dulzura y cierra los ojos mientras se deja besar. Suelto un bufido y me siento en su estomago, haciendo un berrinche. Mi mentor me deja en el césped y se sienta para darme un dulce beso. Nos levantamos casi al mismo tiempo, ni que lo hubiéramos planeado, y nos dirigimos junto a Fiura y Yeer.
Nos dedicamos a montar sin preocuparnos por que sea noche. Observo detenidamente a mi futuro esposo. Se ve más feliz que nunca. Cada cierto tiempo me dedica miradas llenas de dulzura. En algún momento me quedo quieta. Seth pasa junto a mí y salta a mi yegua. Toma las riendas y Fiura sale a todo galope. Me sujeto a la silla de montar hasta que Seth rodea mi cintura con uno de sus brazos, entonces me relajo y apoyo mi cabeza en su pecho mientras disfruto del galope.
Idiota.
Egoísta.
Crédula.
Cabezota.
Ingenua.
Todas esas palabras vienen a mi mente cuando, aun sobre Fiura y entre los brazos de Seth, la realidad me golpea. ¿Cuándo nos casaremos si Hades vendrá por mí en tres días? ¿Cómo voy a dejar a Seth solo? ¿Cuándo pudo pasar por mi mente la idea de ser feliz? Mi móvil suena, no recordaba que lo tenía en estos vaqueros. Contesto y puedo escuchar la voz de Hades.

Tiene planes para mí. No va a torturarme ni matarme. Viviré en un su mansión. Puedo llevar a quien quiera conmigo. Las palabras del nuevo presidente de Panem son como una bendición para mí. Podre casarme y vivir con Seth. Seremos felices. Sonrío al descubrir que ninguna de las palabras de antes me describe, la única palabra que puede usarse para mí en estos momentos es enamorada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario